HUNGRÍA, EL CABALLO DE TROYA DEL ILIBERALISMO
- Salvador Soria Alfaro
- 6 abr
- 11 Min. de lectura

ILIBERALISMO, Collage. E. (2024).
A simple vista todo populismo de extrema derecha es, por antonomasia, no liberal, pero es menester ahondar en el debate.
En este ensayo analizaré brevemente la construcción histórica del régimen iliberal de Viktor Orbán, líder de Fidesz (Alianza de Jóvenes Demócratas-Unión Cívica Húngara), partido de extrema derecha —aunque conviene matizar el término— y primer ministro húngaro desde 2010. No confundir con el actual presidente de Hungría, Tamás Sulyok, que reemplazó a László Kövér, que ocupó el cargo un mes, luego de sustituir a Katalin Novák, que renunció por otorgar un indulto en un caso mediático de pederastía.
A simple vista todo populismo de extrema derecha es, por antonomasia, no liberal, pero es menester ahondar en el debate. Fareed Zakaria acuñó el concepto de iliberalismo en su afamado artículo de 1997 titulado The Rise of iliberal democracy. A su vez, para Wodak, el criterio último para diferenciar una democracia liberal de una iliberal radica en el constitucionalismo de las democracias liberales y sus contrapesos, diseñados para evitar la acumulación del poder y su abuso. (Wodak, 2019, p. 199)
En los regímenes iliberales se ataca principalmente a los componentes liberales: el Estado de derecho, libertad de expresión, reunión, religión, prensa; y en menor medida, los democráticos, definiendo en términos generales a la democracia como la respuesta a la pregunta de quién gobernará, para lo cual se requiere que la gente sea soberana y que al menos pueda escoger a sus representantes libremente en elecciones justas y al liberalismo como los mecanismos que limitan el poder de los gobernantes.
Para Ruth Wodak, los elementos constituyentes de la teoría del populismo de extrema derecha de Mudde y Kaltwasser son la oposición entre el pueblo y la élite corrupta, la legitimación en la voluntad general del pueblo y ser una ideología delgada, además de cumplir con varios de los siguientes criterios:
Nacionalismo/nativismo: se construye la narrativa de un pueblo homogéneo basado en la etnicidad; valoración hacia la madre patria, que se encuentra a merced de los enemigos y requiere de su protección estableciendo un nosotros, protectores de la nación y un ellos que la amenazan.
Antielitismo: escepticismo hacia la rígida estructura política que impide el gobierno del pueblo.
Autoritarismo: partidos organizados jerárquicamente, en cuya cabeza se encuentra un líder carismático que protege al pueblo.
Conservadurismo/revisionismo histórico: enfatiza el retorno al statu quo pasado, donde los tiempos eran mejores.
2006: El nacimiento de la actual extrema derecha
En este período de inestabilidad, el caldo de cultivo para el auge de las derechas —-luego de la derrota del Fidesz en 2002 y 2006— consistió en la curiosa imbricación de los siguientes acontecimientos. Se filtró, en condiciones aún no esclarecidas, un audio grabado antes de las elecciones en donde el primer ministro admitía haber estado mintiendo repetidamente:
No hay muchas opciones. No lo hay, porque la cagamos. No poco, mucho. Ningún país europeo ha hecho algo tan descabellado como nosotros [...]. No se puede citar ninguna medida gubernamental significativa de la que podamos estar orgullosos, excepto que al final logramos sacar al gobierno del abismo. Nada. Si tenemos que rendirle cuentas al país de lo que hicimos durante cuatro años, ¿qué decimos? (BBC NEWS, s. f.)
El 8 de febrero de 2009, Marian Cozma, jugador profesional de balonmano “fue asesinado a puñaladas y otros dos jugadores resultaron gravemente heridos en un ataque perpetrado en una discoteca [...] por tres autores (dos de ellos de origen gitano)” (Political capital, 2009). El tópico del crimen gitano, que señalaba la inminente naturaleza violenta de éstos, adquirió aún mayor notoriedad luego de que un maestro chocara accidentalmente el carro en el que iba una niña romaní sin causarle ninguna lesión considerable, como más tarde se descubriría; a partir de lo cual los familiares de la misma rodearon al maestro, lo sacaran de su auto y, en presencia de sus dos hijas, lo golpearan hasta la muerte. Este hecho provocó la indignación de la opinión pública, considerando a los romaníes como personas con tendencias instintivas hacia el crimen y la violencia.
En este clima de tensión política y económica, los romaníes perdieron, en gran medida, su empleo “principalmente como consecuencia del desmoronamiento de la industria pesada” (Shekhovtsov, 2017, p. 114), segregándolos aún más y aumentado a la par su atraso. Este desinterés político en cooptar el voto romaní, “segundo grupo étnico más grande del país” (Shekhovtsov, 2017, p. 105), se clarifica con el hecho de que “los romaníes [...] no van a votar, o si sí votan, sus votos pueden ser comprados y manipulados” (Atlatszo.hu et al., 2015 como se cita en Shekhovtsov, 2017, p. 115), por lo que políticamente resultan más provechosos como chivos expiatorios —siendo junto con los judíos, el grupo predilecto por la extrema derecha húngara— que como votantes.
La histerización del liberalismo
Fidesz obtuvo el 53% de los votos en las elecciones de 2010, suficiente para permitirle modificar sustancialmente la constitución del país y “afianzar el control [...] sobre los tribunales, otras agencias independientes y los medios de comunicación” (Plattner, 2019, p. 9), reducir la libertad de prensa, reformando el sistema electoral y menguando la independencia en la repartición de justicia.
En 2018 Orbán pronunció otro discurso [...]. En éste abrazó sin ambages la construcción de una democracia iliberal a través de su propuesta: la democracia cristiana.
Inicialmente el Fidesz negó que sus políticas minaran los principios liberales para instaurar un régimen iliberal. No fue sino hasta julio de 2014, en uno de sus discursos, que Orbán aceptó la construcción de un régimen iliberal en Hungría. Señalando el éxito económico de países que no eran occidentales, ni liberales, ni democracias liberales -Singapur, India, Rusia, Turquía, China-, afirmó que una democracia no necesariamente tiene que ser liberal: “Sólo porque un Estado no es liberal, aun así, puede ser una democracia. El nuevo Estado que estamos construyendo en Hungría es un Estado iliberal, un Estado no liberal” (Orbán citado por Plattner, 2019, p. 19) y en otro punto agrega:
Hasta ahora hemos conocido tres formas de organización estatal: el Estado nación, el Estado liberal y el Estado de bienestar. Y la pregunta es ¿qué sigue? La respuesta húngara a esta pregunta es que la era del Estado basado en el trabajo se acerca[...]. Queremos organizar una sociedad basada en el trabajo [...] debemos romper con los principios y métodos liberales de organización social, y en general con la comprensión liberal de la sociedad. [...] y forjar un nuevo método de organización estatal húngara [...] la nación húngara no es simplemente un grupo de individuos sino una comunidad que debe ser organizada, reforzada y, de hecho, construida. Y [...] el nuevo Estado que estamos construyendo en Hungría es un Estado iliberal, un Estado no liberal. [...] queremos organizar nuestro estado nacional para reemplazar al estado liberal, construir un nuevo estado construido sobre bases nacionales iliberales dentro de la Unión Europea. (Orbán citado por Pap, 2018, p. 57)
En 2018, Orbán pronunció otro discurso en el mismo venue en el que diera su discurso de 2014. En éste abrazó sin ambages la construcción de una democracia iliberal a través de su propuesta: la democracia cristiana. Además, instó a no caer en trampas intelectuales creyendo que la democracia cristiana que propone pudiera ser liberal, pues difieren en tres puntos clave: 1) la democracia liberal favorece el multiculturalismo, mientras que la democracia cristiana prioriza la cultura cristiana; 2) la democracia liberal está a favor de la migración, mientras que la democracia cristiana está en contra; 3) la democracia liberal “se pone del lado de modelos familiares adaptables en lugar del modelo familiar cristiano” (Orbán, 2019, p. 9).
De esta manera, equipara la democracia liberal con el apoyo a políticas progresistas que favorezcan el multiculturalismo, migración, modelos de familia no tradicionales, lo cual no necesariamente tiene que ser así: “El objetivo común es combinar la democracia liberal con el progresismo contemporáneo y así sugerir que los conservadores no deberían tener interés en apoyar o defender la democracia liberal”. (Plattner, 2019, pp. 17-18)
Pero lo que más preocupa es la lucha que se avecina al interior de la derecha provocada por parte de algunos sectores para “utilizar la insatisfacción de los conservadores con las políticas sociales y culturales liberales para alejarlos de su compromiso fundamental con la democracia liberal” (Plattner, 2019, p. 11), instilando progresivamente a los principales partidos de centroderecha con tendencias “indiferentes o incluso hostiles a la democracia liberal”. (Plattner, 2019, p. 6)
Fidesz puja por volver mainstream sectores radicales de la derecha, para los que Orbán y su partido han demostrado ser punta de lanza de tales políticas, no careciendo de apoyo —muchas veces mesuradamente.
Y no es para menos. El papel de Orbán en el panorama político mundial, pero especialmente europeo, es muy importante. Líderes de otros partidos de extrema derecha afines a Fidesz, como el Partido de la Libertad de Austria (FPÖ), lo han alabado por sus medidas restrictivas en materia de migración —tan efectiva que impidió que otros partidos de derecha, como el Jobbik, hegemonizaran esta crisis, como fue el caso en otros países de Europa—, por la creación y mantenimiento de una oposición dividida entre la inerme izquierda y la extrema derecha representada por Jobbik, presentándose como la salvaguarda de la inepta y desarticulada izquierda y el extremismo de Jobbik —el cual se quedó atrás hace tiempo con respecto al de Fidesz.
Fidesz puja por volver mainstream sectores radicales de la derecha, para los que Orbán y su partido han demostrado ser punta de lanza de tales políticas, no careciendo de apoyo —muchas veces mesuradamente, al menos ante la opinión pública, debido a la disparidad de opiniones que suscita Orbán— en partidos modélicos de la extrema derecha europea, principalmente de Europa del Este: “Viktor Orbán ha sido aclamado como líder europeo por los políticos de los tres partidos más destacados representados en el grupo europeo: el Frente Nacional (FN), el Partido por la Libertad holandés (Partij voor de Vrijheid) y el Partido de la Libertad austríaco (Freiheitliche Partei Österreichs, FPÖ” (Shekhovtsov, 2017, p. 21)
Ante este panorama, la única solución institucional para vencer al Fidesz puesta sobre la mesa en múltiples ocasiones —aun por aquellos que hace unos años atacaron siquiera su mención— es la articulación de la izquierda con la derecha: la ucranización de la política húngara: “el gobierno parece estar cada vez más dispuesto a cooperar para sacar a Orbán del poder, como ocurrió con la cooperación temporal de los partidos democráticos de oposición con los ultraderechistas Svoboda y Pravyi Sektor para reemplazar a Yanukovich en el poder” (Shekhovtsov, 2017, p. 239).
Post scriptum
El 6 de mayo de 2024, Xi Jinping inició su gira por Europa en París, donde afianzó más logros económicos que políticos. El 7 estuvo en Serbia donde, entre otras cosas, ratificó su apoyo para impedir el pleno reconocimiento de la república Kosovar en la ONU, territorio que Serbia sigue considerando propio, a cambio de que éste haga lo mismo sobre la independencia de Hong Kong y Taiwán. El 10 de mayo terminó la gira en Hungría. Por medio de la visita a cada uno de los tres países, Xi Jinping intentó afianzar y reforzar las relaciones con miembros de la UE —Hungría y Francia—, y aspirantes —Serbia— que se vieron severamente dañadas luego de la pandemia debido al apoyo dado a Rusia en la guerra, los ataques a minorías étnicas como los uigures, su postura sobre territorios que considera propios —Hong Kong y Taiwán—, su reivindicación de las aguas de China Meridional, en disputa con Filipinas; en resumen, y tratando el asunto superficialmente sin problematizarlo, ataques al liberalismo en su forma occidental, aunque va más allá.
Habrá que ver cómo justifica Orbán el papel de ser el huésped del caballo de troya del iliberalismo en la esfera pública, y sobre todo en la guerra política y cultural que se avecina tanto al interior como al exterior de la derecha.
Significativo sobre todo es el término de la gira en Hungría, aunque no era para nada inesperado, fue justificado retóricamente en las declaraciones del ministerio de relaciones exteriores de la República Popular China en su página web de la siguiente manera:
Este año se cumple el 75.º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y Hungría [...]. Actualmente, las relaciones China-Hungría se encuentran en el mejor momento de su historia, con una amistad tradicional profundamente arraigada en los corazones de los pueblos y una fructífera cooperación en diversos campos. (Conferencia de Prensa Habitual Ofrecida el 10 de Mayo de 2024 por Lin Jian, Portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores)
A ojos vistas quedan claras las estrechas relaciones de China con Hungría —entre otras cosas, por ser su principal inversor extranjero–, lo que no deja de alzar las alarmas. Los países miembros de la Unión Europea ya han señalado previamente la dificultad geopolítica para la UE del alineamiento húngaro con el país asiático, pero especialmente debido a la ambigua postura política de Hungría cuando se trata de atacar otros regímenes —digámoslo a la ligera— iliberales como el ruso; ya que no ha roto relaciones con él, mostrando de este modo su apoyo a Lukashenko, presidente de Bielorrusia, quien es vilipendiado por su íntima relación con Putin, y a la par poniendo trabas a la preservación de los valores de la democracia liberal occidental.
Ya en 2018 Orbán enfrentó un revés en su intento por transplantar su proyecto de democracia cristiana a la UE. Ésta, con apenas los dos tercios necesarios, inició el artículo 7, que invoca el daño hecho por un país miembro a los valores de la UE para poner en entredicho su membresía.
Por último, en su lista de problemas recientes, se añade el ascenso de un actor hasta hace poco desconocido: Péter Magyar —exmarido de la antigua ministra de Justicia, Judit Varga— que hasta hace no mucho era miembro de Fidesz, del que se separó luego del escándalo en el que se vio envuelta su esposa, entonces titular de Justicia del gobierno de Katalin Novák, que presentó su renuncia luego de otorgar un polémico indulto en un caso de pederastía. Posteriormente, Magyar develó las redes de corrupción que intervinieron para otorgar el indulto, provocando la indignación de la opinión pública.
Habrá que ver cómo justifica Orbán el papel de ser el huésped del caballo de troya del iliberalismo en la esfera pública, y sobre todo en la guerra política y cultural que se avecina tanto al interior como al exterior de la derecha —en todos sus matices—, y que afectará todo el panorama político.
BIBLIOGRAFÍA
BBC NEWS | Europe | We lied to win, says Hungary PM. (s. f.). http://news.bbc.co.uk/2/hi/europe/5354972.stm
Euronews. (2024, 11 marzo). El expresidente del Tribunal Constitucional, Tamás Sulyok, nuevo presidente de Hungría. Euronews. Recuperado de https://es.euronews.com
Fareed Zakaria, “The Rise of Illiberal Democracy”, Foreign Affairs 76 (6), 1997, pp. 22-43.
Marc Plattner, “Illiberal Democracy and the Struggle on the Right”, Journal of Democracy 30 (1), 2019, pp. 5-19
Maturana, J. (2024, 11 febrero). La presidenta de Hungría dimite tras el escándalo sobre el indulto de abuso infantil. Euronews. Recuperado de https://es.euronews.co
Pap, A. (2018). Democratic Decline in Hungary Law and Society in an Illiberal Democracy. Reino Unido: Routledge Taylor & Francis Group.
Political capital. (2009). Anti-Roma sentiment is getting out of hand in Hungary. (s. f.). https://politicalcapital.hu/news.php?article_read=1&article_id=243
Ruth Wodak, “Entering the ‘post-shame era’: the rise of illiberal democracy, populism and neo authoritarianism in Europe”, Global Discourse 9 (1), 2019, pp. 195-213.
Shekhovtsov, A. (Ed,). (2017). The Hungarian Far Right Social Demand, Political Supply, and International Context. Alemania: ibidem-VerlagStuttgart.
Efe. (2024, 9 mayo). Serbia logra el apoyo de Xi Jinping para que la ONU no reconozca a Kosovo. Deia. https://www.deia.eus/mundo/2024/05/09/serbia-logra-apoyo-xi-jinping-8212519.html
Euronews. (2024c, mayo 8). Una visita secreta del expresidente iraní Ahmadineyad a Hungría indigna a Israel: «Es un insulto». Euronews. https://es.euronews.com/2024/05/08/una-visita-secreta-del-expresidente-irani-ahmadineyad-a-hungria-indigna-a-israel-es-un-ins
Pejakovic, L. E. y. M. (2024, 8 mayo). Tras su visita a Serbia, Xi Jinping llegó a Hungría para estrechar lazos con Orban. Infobae. https://www.infobae.com/america/mundo/2024/05/08/tras-su-visita-a-serbia-xi-jinping-llego-a-hungria-para-estrechar-lazos-con-orban/
Rodríguez-Pina, G., Rodríguez-Pina, G., & Rodríguez-Pina, G. (2024a, mayo 5). Un disidente del partido de Orbán desafía al Gobierno húngaro en su peor crisis en 14 años. El País. https://elpais.com/internacional/elecciones-europeas/2024-05-05/un-desertor-del-partido-de-orban-desafia-al-gobierno-hungaro-en-su-peor-crisis-en-14-anos.html
Conferencia de Prensa Habitual Ofrecida el 10 de Mayo de 2024 por Lin Jian, Portavoz del Ministerio de RelacionesExteriores.(s.f.). https://www.mfa.gov.cn/esp/xwfw/lxjzzdh/202405/t20240512_11303399.html
Salvador Soria Alfaro es estudiante de filosofía abocado a Lacan y el estructuralismo.
El presente ensayo es una adaptación de un ensayo académico para la clase Nuevos enfoques de lo político que se imparte en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
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